Temperatura, humedad, textura, vibración…tantas sensaciones podemos percibir a través de una inocente caricia…la piel, nuestro mayor órgano, nos protege y aporta información muy valiosa del medio que nos rodea y nosotras como profesionales de la estética disponemos del enorme privilegio de contribuir en su cuidado y salud.
Hemos asistido a un gran avance en el desarrollo de poderosas técnicas cosmetológicas y electroestéticas que permiten aportarle cuidado y retrasar el proceso natural de su envejecimiento, sin embargo, si queremos comprender y sentir seguridad en el momento de seleccionar los procedimientos más adecuados para cada caso, es absolutamente necesario distinguir todas las estructuras, composición y funcionamiento de uno de nuestros órganos más vitales.
Motivo que me ha impulsado a desarrollar una serie de artículos en los que juntas realizamos un recorrido por los distintos componentes y características de nuestra piel, conocimientos que te permiten comprender como actúan los estímulos y componentes cosméticos empleados en cabina.
Apartados a tratar en esta publicación:
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La piel y sus estructuras
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Superficie cutánea, Microrelieves
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Propiedades mecánicas de la piel
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Cuidado de la piel en las diferentes estaciones
Hablar de piel es hablar de una organizada estructura perfectamente desarrollada, que nos separa y protege del mundo exterior. Una fuente inagotable de datos que refleja el estado de salud físico y emocional de la persona, ¿cuantas veces hemos utilizado esa expresión…?
“…Que mala/buena cara tienes….”
Además expresa de forma visual alteraciones y afecciones que incomodan a quién las padece.
Otra información valiosa es la agresión a la que es sometida de manera constante, un ejemplo es el uso inadecuado de cosméticos que pueden dar lugar a hipersensibilidades y otras alteraciones cada vez más frecuentes.
LA PIEL Y SU ESTRUCTURA
Desde el punto de vista anatómico y fisiológico (composición y funcionamiento) la piel puede variar en:
Peso: Es el órgano más grande de nuestro cuerpo, puede llegar a pesar hasta 4 kg. (representa entre el 12% y el 15% del peso total de una persona).
Grosor: Este puede variar en función de la zona en la que se encuentre, la piel de zonas como la palma de los pies y manos suele ser más gruesa y la de los párpados de los ojos más fina debido a su constante flexión y extensión. Existe además variación en función del sexo, la piel femenina por lo general es más fina que la piel masculina.
Coloración: Varía en función del grupo étnico al que pertenezca. La coloración se modifica en función de la exposición a radiaciones ultravioletas.
Presencia de pelos: El pelo es una característica exclusiva de los mamíferos, el tipo de pelo puede variar en función de su localización, existen zonas desprovistas de pelo como la palma de la mano y el pie.
Textura: Nuestra piel no es lisa, es necesario que disponga de ciertas irregularidades y surcos denominados microrelieves cutáneos.
SUPERFICIE CUTÁNEA, MICRORELIEVES
Si examinamos nuestra piel mediante microscopio podemos observar que esta se encuentra llena de surcos. Estos microrelieves, son uniones internas cuya finalidad es permitir que la piel sea más elástica ya que la epidermis por si sola es muy poco elástica, si no fuese por esta característica, no podría hacer frente a las tracciones que es sometida.
Surcos o microrelieves que podemos distinguir en nuestra piel:
Eminencias: Pueden ser transitorias como los conos peripilares o más conocidos como “piel de gallina” o permanentes como el rafe medio.
Depresiones: Surcos (huellas dactilares…), pliegues articulares (hueco puplíteo…), seniles (arrugas…), musculares (hoyuelos que se forman en la cara…)
Orificios: En la piel podemos encontrarlos de diferentes tamaños y pueden ser:
Orificios pilosebáceos: Por ellos segregamos el sebo a través de la glándula sebácea, de ellos emergen los pelos.
Poros glándula sudoríparas: Participan directamente en el proceso termoregulador de la piel. Secretan el sudor.
PROPIEDADES MECÁNICAS DE LA PIEL
Sequedad, tirantez…son alteraciones que están determinadas por la elasticidad y resistencia que pueda poseer la piel.
“Imaginemos que nuestra piel no fuese flexible y elástica…” si recibe un impacto…que sucedería??
La elasticidad de la piel se la debemos sobre todo a la dermis, en ella se encuentran agrupadas de forma estructural diferentes fibras, cuando estas estructuras carecen de calidad o sufren deformaciones bruscas pueden romperse, como en el caso de las estrías.
La humedad relativa del ambiente afecta directamente al estrato córneo de la piel. Por debajo del 70% de humedad, la rupturas tras un estiramiento es más fácil; cuando la humedad es alta, la resistencia al estiramiento es menor.
CUIDADO DE LA PIEL EN LAS DIFERENTES ESTACIONES
Es de gran importancia mantener hidratada y cuidada la piel durante todo el año, cada estación tiene unas condiciones climáticas distintas y debemos adaptarla en cada situación.
Con la llegada del frío y la bajada de temperaturas, la piel pierde excesiva humedad debido a la vasoconstricción de los capilares que este provoca. Durante estas épocas se relentiza la renovación celular por tanto la epidermis formada en su superficie por células muertas se engrosa impidiendo que la secreción sebácea llegue con facilidad a la superficie lo que dificulta la lubricación y nutrición epidérmica natural. El resultado es una piel más sensible y seca que trae como consecuencia pérdida de elasticidad, sensibilidad y más arrugas.
Los ambientes cerrados y la ventilación artificial provocan que la humedad relativa sea más baja incitando a las mismas consecuencias que en el caso anterior. Por tanto en estas épocas y en personas cuya rutina requiera de ambientes artificiales basemos nuestros tratamientos en la protección de la barrera natural de hidratación (mantener la capa hidrolipídica en óptimas condiciones).
Finalizado el intenso frió del invierno debemos preparar nuestra piel para la llegada de los rayos de sol, iniciar la primavera recomendando preparados orales o nutricosméticos que ayuden a reforzar estructuras internas y eviten la posterior oxidación de la piel. Aunque lo ideal sería trabajar el cuerpo durante todo el año en esta época el cliente comienza a tomar conciencia sobre la importancia de su cuidado, objetivos activar sistema linfático, circulatorio y acelerar la eliminación de depósitos grasos.
Hidratar, hidratar, proteger, proteger….llega el verano!! Estamos deseosos de sol, pasear, salir con la familia y amigos, vacaciones…nos encanta el buen tiempo, pero nuestra piel sufre sus consecuencias…
Otoño, es el momento de reparar y recuperar la piel…los efectos nocivos del sol se han dejado ver…nuestra piel bronceada comienza a descamarse, además de contener un exceso de productos oleosos que se han quedado adheridos debido a las cremas de protección y otros cosméticos. Retirar todo ese tejido celular superficial es necesario para evitar alteraciones pigmentarias y envejecimiento prematuro. Los tratamientos de depilación avanzada es ideal comenzarlos en esta época, eso sí, siempre después de una buena exfoliación corporal.
En posteriores publicaciones veremos como podemos perfeccionar estos cuidados, que técnicas son las más recomendadas y como actúan las mismas en nuestros tejidos internos. Únete a esta gran familia y no te pierdas nada de lo mucho que estoy preparando para ti.
Puedes ver graficamente estructuras y anatomia interna de la piel pinchando aqui