Piel y menopausia… ¿hablamos?
¡Ay, me veo la piel horrible! Cuántas veces has escuchado esta frase en cabina…. mujeres que exclamando esta frase frente al espejo, incluso nosotras mismas cuando estamos afrontando la difícil y convulsa etapa de la menopausia. ¡Menuda revolución! ¿Qué tal si la compartimos? y de paso hablamos sobre qué sucede biológicamente en el cuerpo y cómo se manifiesta fisiológicamente en el exterior.
Fuera tabúes, fuera temores. Toca cuidarse y mimarse. Nunca olvidéis ser generosas con vosotras mismas.
¿Por qué y cuándo ocurre la menopausia?
Las hormonas son las encargadas de mantener todo a raya. Y en el climaterio, la transición del periodo fértil a la situación de reposo del ovario, donde comienza lo que denominamos pre-menopausia o menopausia, aquí suceden muchos cambios. Cambios fisiológicos, morfológicos, psicológicos y también funcionales.
Esta etapa puede durar de 5 a 15 años. Es difícil saber cuándo comienzan los cambios, ya que el envejecimiento del ovario es un proceso gradual, pueden pasar años hasta que comiencen a aparecer las alteraciones hormonales, pero este periodo gradual va afectando directamente a todos los sistemas del cuerpo, principalmente al sistema circulatorio.
Inflamaciones, sofocos, cambios en la piel….es normal que las personas ante esta nueva situación sientan miedo, ansiedad o preocupación. La incertidumbre ante lo desconocido siempre desestabiliza e inquieta. Lo importante es asesorar desde el conocimiento y armarse con buenas estrategias profesionales para ayudar a afrontar con éxito este periodo.
¿Es lo mismo climaterio que menopausia?
La respuesta es rotundamente NO.
La menopausia hace referencia a la última vez que la persona tuvo la menstruación. El climaterio sin embargo a los cambios que se sufren tanto antes, como durante y después de la menopausia.
Y hormonalmente… ¿qué sucede?
La reducción paulatina de estrógenos y tiene un impacto directo sobre la piel. La acción de las hormonas también mantiene estable la formación de colágeno, aumenta el grosor de la piel, mantiene la elasticidad, mantiene la humedad, y cuando esto deja de funcionar… comienzan los cambios.
Consecuencias
La piel se deshidrata, se aprecia seca o excesivamente grasa (no todas las personas tienen la misma reacción) y con aspecto rugoso. Aparecen arrugas más marcadas, más profundas y más numerosas porque las fibras de colágeno y elastina se degradan y la piel, por tanto, pierde soporte.
El tono empieza a verse desigual porque la piel pierde luminosidad y frescura, esto se debe a una menor eliminación de los desechos y una mayor acumulación de residuos motivado por la alteración vascular. El tono deja de ser uniforme, hay dificultad para cicatrizar y manchas más oscuras que se atenúan en las zonas que han sido expuestas al sol. Pero la piel también recubre todo el cuerpo y no solo la cara experimenta cambios.
Cada cosa por su nombre
Hay algo que también es muy habitual que es la “vulvovaginitis atrófica”. Representa un problema universal de la menopausia y tiene un gran impacto en la calidad de vida de la mujer.
Hay un adelgazamiento del epitelio que recubre toda la estructura y que además experimenta una mayor carnificación. Ese epitelio adelgazado es fácilmente irritado, lo que produce la aparición de infecciones vaginales. Sobre todo infecciones bacterianas a lo que contribuye en parte ese aumento del PH en la zona vaginal. De ahí que sea tan importante como necesario la recomendación a limpiadores específicos de la zona íntima que mantengan lo menos alterada posible la mucosa vaginal.
Otras alteraciones
Cabe destacar también otras alteraciones funcionales como son la psoriasis difusa cutánea. Consecuencia de la disminución significativa del sebo cutáneo y de una menor producción del sudor. Empieza a haber también una disminución de la temperatura cutánea en algunas áreas como puede ser en la frente y las mejillas y empieza un aumento de la permeabilidad vascular que se expresa en forma de lo que conocemos como sofocos y también enrojecimiento en la piel.
Comienza a haber una disminución de la circulación también en las extremidades y una disminución de la epidermis por la lenta renovación celular.
¿Qué podemos hacer en cabina para minimizar estas alteraciones?
Hay diferentes principios activos que debemos utilizar como son, por ejemplo, los fitoestrógenos, las vitaminas (vitamina A, como el retinol, la vitamina E, la vitamina C)… Los isoflavonoides también nos van ayudar a aportar hidratación y nutrición a la piel, el resveratrol que es un gran antioxidante. Puedes aplicarlos mediante mesoterapia virtual o con sistemas de micropunción.
Tenemos también diferentes ácidos, por ejemplo el ferúlico y el retinoico. También puede ser una buena opción el ácido láctico o el kojico que nos va ayudar a blanquear, a aportar hidratación. Todos estos ácidos lo que van a hacer es acelerar el proceso de renovación de la piel que se ve relentizado por la baja actividad de los estrógenos.
En lo que se refiere a sistemas electroestéticos, la mesoterapia virtual va a ayudar a penetrar mejor los activos, los masajes profundos también son obligatorios. Es necesario trabajar bien la musculatura, bien sea con técnicas manuales o con herramientas electroestáticas, mediante electro estimulación. Los sistemas de diatermia nos van a aportar beneficios importantes, activando el drenaje de toxinas y acelerando la actividad de las células mesenquimales.
Es muy importante hacer hincapié en el cuidado domiciliario, la prescripción correcta de cosméticos en función de la alteración de la piel, la suplementación de nutricosméticos, como por ejemplo los omegas y por supuesto una protección solar adecuada.
Nosotras no podemos evitar el envejecimiento, pero si podemos minimizarlo y retrasar el proceso de deterioro. ¿Quieres crear protocolos que se adapten a cada circunstancia de la piel? B-School Avanza es tu programa.